- Baños calientes. Por sus acciones analgésicas, antiinflamatorias, relajantes y revulsivas son beneficiosos para procesos reumáticos crónicos, articulares, musculares, algias, neuralgias, espasmos de musculatura lisa y congestión de órganos internos, facilitando la interrupción del círculo dolor-contractura-actitud viciosa-dolor.
- Baños fríos. Aplicados desde segundos a minutos (3-4), con efectos antiinflamatorios, descongestivos, analgésicos, hemostáticos y tonificantes. Indicados en distonías neurovegetativas y neurocirculatorias, estrés, así como trastornos endocrinos.
- Baños a temperatura indiferente (de 30 minutos a horas). De efectos relajantes en el sistema nervioso por atenuar la sensibilidad de los receptores periféricos: excitabilidad y actividad motora, relajan la musculatura, facilitan la vasodilatación periférica, estimulan actividad cardiaca, atenúan el metabolismo y la perspiratio insensibili, aumentan la eliminación de orina, mejoran el trofismo de la piel. Indicaciones: insomnio, alcoholismo, hiperestesias, algunas dermopatías, determinadas quemaduras, con adición de ClNa en concentración del 1 al 3 %.
- Baños alternos o de contraste. Con dos recipientes: uno con agua fría (15 – 20 ºC) y otro con agua caliente (37 – 42 ºC). Indicaciones: circulación periférica espasmódica, claudicación intermitente, enfermedad de Raynaud. Contraindicaciones: Insuficiencia cardiaca, graves alteraciones cardiovasculares, arteriosclerosis avanzada, caquexia, sensibilidad cutánea al agua y graves afecciones hepáticas o renales.
- Peloides. Se denomina así al uso de limos, lodos, cienos, y fangos con acción terapéutica: (1) Peloides de origen orgánico: limos y suelos pantanosos formados con el tiempo por plantas sumergidas en agua; (2) Peloides de origen inorgánico: lodo de manantiales calientes (fango) y el cieno acumulado en ríos. Por la persistencia de su acción al conservar la temperatura, al ser malos conductores del calor, y su contenido en materia orgánica, ejercen una acción muy superior a las hidroterapéuticas habituales, esencialmente analgésicas y antiflogísticas.
- Duchas para tonificar, estimular y relajar el sistema muscular. Algunos autores apuntan la idea de que durante mucho tiempo se desconocieron las duchas en la antigüedad. Esta idea ha sido superada. El Agua o vapor con cierta presión puede aplicarse de varios tipos: Chorros forzados. Presión a 1,5 o 2 atmósferas relativas (corresponde a un chorro de 5-7 metros de longitud). Aplicado a dismenorreas, amenorreas, y disregulaciones vegetativas. Abanico. De lluvia y de niebla. Precalentamiento (lesiones traumáticas, trastornos circulatorios, lumbago, ciática, mialgias. Alternante o escocesa (Kneipp). Surtidor que regula y modifica la presión y la temperatura. Inhalaciones a través de aerosoles para enfermedades de las vías respiratorias como sinusitis, rinitis, bronquitis, faringitis, etc.
El masaje, producido mediante la movilización del agua contenida en estos receptáculos por distintos sistemas de agitación (turbinas, inyectores, burbujas, chorros de agua, etc.) aporta efectos beneficiosos para los espasmos musculares, activación de circulación periférica, activadores del trofismo de la piel, cicatrización de heridas, consolidación de fracturas, procesos inflamatorios y edemas.
Se pueden incorporar distintos aditamentos a los baños como (Rus, 1994): oxígeno, para el tratamiento de Hipertensión Arterial no complicada, fatiga muscular e insomnio; ozono para la estimulación de la circulación periférica, trofismo celular, antiinflamatorio; carbónico, para vasodilatación periférica, estimulación de centros respiratorios, aumento de la contractilidad de las fibras miocárdicas, cardiopatías crónicas (estenosis e insuficiencia mitral, estenosis aórticas), Hipertensión Arterial Esencial sin lesión renal o cardiaca, arteritis obliterantes y Reynaud.–
Desde ya la antigüedad se conocía el poder terapéutico de los lodos. Entre los balnearios españoles son famosos los lodos del balneario de Arnedillo (La Rioja). Allí se encuentra el manantial de «Los Barros», un brote espontáneo de masa arcillosa radiactiva, con gran cantidad de algas y materia orgánica.
El nuevo concepto del balneario como centro de recuperación general se desarrolla con la incorporación al mismo de técnicas complementarias y nuevos servicios como: curas de estrés, curas de reposo, adelgazamiento, consultas dietéticas, eliminación de toxinas, acupuntura, oxigenoterapia, electroterapia, rehabilitación, etc.
En definitiva, los balnearios modernos de hoy ofrecen unos integrales servicios de salud, no siempre bien valorados, por desconocidos, por parte de los profesionales de la salud. Si los probamos, repetimos.

